Los protagonistas principales de la industria de la música son los autores, los compositores, los artistas intérpretes y los sellos discográficos. Entre estos últimos, cabe distinguir los productores fonográficos y los editores musicales. Todos ellos trabajan para producir y desarrollar productos culturales con el fin de satisfacer la demanda del público; de este modo es como nace la Industria, el mercado y el producto.
Los compositores, son aquellos que tienen como objetivo la creación de la melodía de la canción;y los autores son quienes hacen la letra. Existen muchos casos en los cuales una sola persona crea la letra y la melodía, por lo tanto, lo covierte en autor y compositor. El autor o compositor tiene un conjunto de derechos que se agrupan en dos categorías: derechos patrimoniales y derechos morales. Los derechos patrimoniales estan relacionados con las distintas formas en que se pueden explotar económicamente las obras musicales, y los derechos morales son transferibles y renunciables, además se puede disponer como cuando se ceden o licencian.
Los artistas intérpretes son las personas naturales que interpretan o ejecutan la obra musical. Es decir, al cantante o músico principal se lo reconoce como artista intérprete y a los cantantes o músicos acompañantes como artistas ejecutantes.
Los editores musicales tienen un labor que está conectado con la edición de la obra musical y su administración. Se dedican a supervisar y administrar comercialmente la explotación de la obra musical.
Los productores fonográficos son aquellas personas físicas o jurídicas a cargo de la dirección, diseño y coordinación de todo el proceso creativo que culminará en el fonograma que llegará al consumidor.
Editoriales Musicales
Para comenzar a hablar de editoriales musicales, es necesario aclarar que no cumplen la misma función que la discográficas y la distribuidoras. Este sector, se dedicada a elaborar partituras, libretos y cancioneros de la musica publicada por sus artistas. También registra los temas musicales a fin de que el autor perciba sus derechos; además representa y protege los intereses de su repertorio y presta un valioso apoyo legal y administrativo a sus autores.
Su actividad principal se basa en trabajar con canciones, es muy habitual que los compositores estén en contacto con las editoriales para hacer llegar sus temas a aquellos intépretes que no componen.
En conclución, las editoriales musicales cobran un determinado porcentaje por cada tema que gestionan. Aquellos autores desconocidos les cobrarán por tiempo indefinido un 50% de los derechos que genere su canción, vale aclarar que esta cifra puede reducirse según la popularidad del artista.